
¿Cuándo pasar a mi bebé del capazo a la silla de paseo?

El capazo tiene sus ventajas, al igual que las sillas de bebé. Se trata de una cesta con asas y capota solar acondicionada a modo de cuna portátil y que se puede llevar en las manos, pero también montar sobre un armazón con ruedas para facilitar el desplazamiento. Dependiendo de la compatibilidad del modelo, también se pueden colocar sobre la estructura de una silla para el coche.
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Hay modelos multiusos que cubren varias categorías, pero en general, ¿Cuál conviene utilizar? ¿Cuándo se puede pasar de uno a la otra? Resolvemos tus dudas en las siguientes líneas.
¿Cuándo puedo sentar a mi bebé en la silla?
¿Puede ir un bebé de tres meses en la silla de paseo? Todo depende de las especificaciones técnicas de cada producto. Hay sillas de paseo que se pueden usar desde el nacimiento, de manera que su uso podría ir en paralelo al del capazo.
Pero la recomendación general es usar la silla a partir de los cinco o meses, cuando el niño ya logre mantenerse sentado. Además, si tienes capazo, querrás aprovechar su uso limitado. Por lo general, están diseñados para soportar hasta 9 kg, un peso que justo alcanzan a los seis meses, aproximadamente. Depende también del factor de la altura.
En cuanto al tiempo máximo de uso, también hay variedad. Lo más frecuente es que soporten hasta los 15 kg (tres años aproximadamente), pero las hay que soportan 22 kg, e incluso llegan a los 25 kg.
Cómo cambiar del capazo a la silla de paseo
Tomar la decisión adecuada es cosa de los padres, que son los que más tiempo observan al bebé y, por lo tanto, mejor conocen sus necesidades.
Supongamos que ellos estiman que su bebé de cuatro meses está listo para la silla de paseo. Con esa, o con cualquier otra edad, ¿Qué pasos habría que seguir? Los repasamos:
- Comprueba que el bebé está listo. Si se mantiene sentado o está en proceso de conseguirlo, mantendrá su columna estable y será buen momento. Mejor no exponerse a perjuicios en su desarrollo postural.
- Pregunta al especialista en caso de duda. Es frecuente que surjan dudas, por ejemplo, qué pasa si el bebé aún no se mantiene sentado pero ya casi no cabe en el capazo. En ese caso, tendrás que usar la silla de paseo. Pero, antes dudas como esta, lo mejor es que pediatra o fisioterapeuta te las aclaren.
- Ajusta bien la silla. Arnés y reposapiés deben estar colocados de forma acorde a su tamaño. Usa también las posiciones de reclinado. Si el bebé aún está en proceso de mantenerse sentado, reduce la inclinación (ponlo más tumbado) para evitar que el cuello se le desplace a un lado o el otro.
- Usa textiles y accesorios útiles. El capazo proporciona un pequeño habitáculo muy acogedor. Si aún le gusta ir en él, para procurar una transición fluida ayúdate de textiles como los cojines reductores.
Ventajas de usar la silla de paseo
Ya sabes cuándo se puede sentar un bebé en el cochecito, aunque ello implique dejar atrás el capazo con pena. ¡Cuánto ha crecido el bebé! Cualquier cambio es por su bienestar, y lo cierto es que la silla de paseo tiene sus ventajas:
- Son más cómodas de usar, sobre todo, si no tenías armazón con ruedas sobre el que colocar el capazo. Pasar de llevarlo en la mano a rodar supondrá un cambio cualitativo.
- Potencian el desarrollo del niño, que tendrá mejor visión del entorno y más amplitud de movimiento que en el capazo. También favorecen su autonomía, porque, llegado el momento, se podrá subir y bajar solito. Y permiten un nivel mayor de socialización.
- Son ligeras. Los modelos suelen bajar de los 10 kg para facilitar su traslado.
- Son más fáciles de almacenar, pues los modelos son plegables. Eso, unido a lo ligeras que son, las convierten en la opción preferente para viajar.
- El tiempo de uso es muy amplio, pues, como decimos, hay modelos que soportan hasta los 25 kilos. ¡Eso supondría poder usarla hasta que el niño tenga 8 años aproximadamente!
¿Qué sillas de paseo usar para mi bebé?
Más allá de saber cuándo cambiar de capazo a silla, es importante elegir la adecuada. Hay una amplia variedad de ellas, considerando dimensiones, cuánto pesan y qué peso máximo soportan, materiales y acabados, funciones adicionales… Lo mejor es definir una horquilla de presupuesto y, dentro de ella, hacerte con la que consideres mejor. Entre las candidatas, pueden estar las que siguen.
A modo de conclusión, la mejor respuesta a las preguntas sobre cuándo cambiar de capazo a silla es a los seis meses. Se recomienda que el niño ya pueda mantenerse sentado, un hito que se suele alcanzar a esa edad, dependiendo de su desarrollo. Es justo cuando tendrás que dejar atrás el capazo, pues la mayoría están diseñados para soportar hasta los 9 kilos. Así podrás darle el máximo uso a los dos productos.