
Todos los alimentos prohibidos en el método BLW

Sí, hay alimentos prohibidos en el método BLW. Suena mal eso de prohibir, pero tiene un propósito: proteger al bebé. Todavía no está en una fase de desarrollo en la que todos los alimentos resulten seguros.
El riesgo de atragantamiento es uno de los mayores temores cuando se practica este método de alimentación complementaria. No te asustes más de lo necesario. Ten en cuenta que el reflejo de arcada forma parte de su proceso de aprendizaje a la hora de tragar, luego hay que darle tiempo. Si no tritura bien el alimento con lengua, paladar y encías, el reflejo de arcada se activará y no llegará a la garganta.
Hace falta observación directa, buen conocimiento y planificación y conocer técnicas básicas de primeros auxilios, tanto para aplicar este método como cualquier otro. Pero el BLW, como sistema de alimentación autorregulada por el bebé, tiene demasiados beneficios como para desecharlos por los temores.
Insistimos en la importancia de conocer bien los alimentos y necesidades del bebé, así como planificar bien. Para ayudarte, detallamos a continuación qué alimentos deberías desechar de la dieta de tu bebé, al menos, de momento.
Frutos secos
Tienen una forma redondeada y pequeña que potencia el riesgo de atragantamiento o asfixia. Es sencillo: lo que tú haces al introducir un fruto sexo en tu boca es morder, y ellos no tienen dientes o no tienen los suficientes.
Si quieres aprovechar sus nutrientes e introducir variedad y nuevos sabores en la dieta, dáselos molidos o en formato crema. Por ejemplo, la crema de cacahuete.
Alimentos pequeños
Los garbanzos, los guisantes, el maíz en grano o en palomitas y otros alimentos de tamaño similar también pueden terminar tragados sin que esten lo bastante triturados, y obstruyendo las vías respiratorias.
El viejo truco es el de triturarlos con el tenedor y convertirlo en una pasta o papilla, aunque prepárate para que el pequeño se ponga hasta arriba. ¡Paciencia! También puedes preparar hummus o incluirlos como ingredientes en otras recetas, como las croquetas.
Alimentos redondos
Son parecidos a las anteriores por su forma redonda y un tamaño medio o pequeño: tomates cherry, aceitunas, uvas, arándanos…
Sin embargo, los incluimos en otra categoría porque no tienes que convertirlos en pasta de inicio. Puedes proporcionárselos al natural, solo qué cortados de forma adecuada para evitar el atragantamiento: de forma longitudinal o tipo gajo.
Alimentos duros
Hay alimentos interesantes desde el punto de vista nutricional y de sabor que, sin embargo, resultan duros para el bebé. Hablamos, por ejemplo, de manzana, pera, zanahoria, apio y otros de textura similar.
Afortunadamente, la cocción en agua, al vapor o el horno hacen maravillas. Reblandecerán el alimento lo suficiente como para que lo pueda procesar bien, sin riesgos. Eso sí: cuidado con la temperatura.
Mariscos
Aún es muy pequeño para comer alimentos tan delicados. Los mariscos son potenciales alergénicos y pueden causar reacciones, en algunos casos, severas. Espera unos meses para introducirlos poco a poco, no lo hagas desde que empieces a aplicar la técnica (a los seis meses).
Te recordamos que, para introducir alimentos potencialmente relacionados con intolerancias y alergias, debes aplicar técnicas como la de los tres días. Introduce el nuevo alimento durante tres días consecutivos, aumentando un poco la cantidad cada día, y observa su reacción.
Pescados grandes
El pez espada, la lubina o la tintorera pueden contener mercurio y otros metales pesados, tóxicos para el sistema nervioso central. Son preferibles piezas más pequeñas como el boquerón, la sardina o la caballa.
Cuando introduzcas pescado en su dieta, dáselo desmenuzado para asegurarte de que no tiene espinas. Los pequeños accidentes con las espinas son habituales incluso en adultos que no se toman tiempo suficiente al masticar, cuanto más en niños.
Verduras de hoja verde
Espinacas, acelgas, borrajas y otras de esta categoría tienen nitratos. Si quieres dárselas, hazlo con moderación y cociéndolas antes.
Hiel
Además de ser un alimento con alto contenido en azúcares, puede contener esporas de botulismo. Se trata de la bacteria que produce una toxina que, en bebés, puede resultar muy peligrosa.
Llega a causar debilidad muscular, parálisis y, en el peor de los casos, la muerte. Posterga su consumo hasta los dos años, como mínimo.
Algas
Tienen yodo, que regula la función de la glándula tiroides. Pero, en exceso, puede haber alteraciones hormonales que comprometan su desarrollo y crecimiento.
No son tan habituales en los hogares como otros alimentos, pero, si en tu casa sí se consumen con frecuencia, espera a que el pequeño tenga dos años para dárselas a probar. Como mínimo.
Bebidas: leche de vaca, zumos y bebidas de arroz
La leche de vaca puede causar alergias e intolerancia a la lactosa, además de interferir en la absorción de hierro y calcio. Conviene esperar al año para ofrecérsela, o más. Hasta entonces, lo mejor es la leche materna o de fórmula, adaptada a ellos.
En cuanto a la bebida de arroz, puede contener una elevada cantidad de arsénico, un metal pesado y tóxico que puede afectar al sistema nervioso, al inmunológico y al cardiovascular. Conviene esperar a los dos años para dársela.
Los zumos tienen poco valor nutricional en comparación a su alta cantidad de azúcares. Además, pueden interferir en su sensación de saciedad e inducirles a rechazar otros alimentos que sí son saludables y nutritivos. Es mejor darle la fruta a trozos blanditos, o hacer una pasta tipo compota. Si le quieres dar zumo, que sea natural.
Sal y azúcar
No añadas sal a los alimentos que proporciones al bebé. No aprovecharás el potencial aprendizaje que genera el BLW, y que se entusiasme desde pequeño con los verdaderos sabores de los alimentos. Peor aún, aumentas el riesgo de hipertensión, retención de líquidos, daño renal o deshidratación.
Lo mismo sucede con el azúcar, que adultera el sabor natural de los alimentos e induce a rechazarlos. Además, puede causar caries, obesidad o diabetes, así como hiperactividad y adicción. Espera cuanto puedas para proporcionarle al bebé azúcar, como mínimo, hasta pasado el primer año.
Alimentos ultraprocesados
No hace falta decir que habría que retrasar lo máximo posible la ingesta de este tipo de alimentos. Pero entendemos que, si no se ha planificado bien la comida o hay que asistir a algún evento, puedes sentir la tentación de darle algo, por ejemplo, salchichas.
Las salchichas tiene un valor nutricional muy cuestionable, pero, además, se encuentran entre las “provocadoras” de atragantamiento infantil más habituales. Tiene una textura resbaladiza que se puede escurrir hacia la hipofaringe antes de una masticación efectiva. Tampoco ayuda el formato común de consumición, en trozos pequeños y redondos.
En definitiva, los alimentos prohibidos en BLW son aquellos que pueden representar un peligro para el bebé. La mayoría de ellos no hay por qué desecharlos, solo prepararlos del modo adecuado y proporcionárselos en óptimas condiciones de tamaño, textura y temperatura. ¡Adaptarlos a ellos/as!
Tampoco hay que desechar el método solo por miedo, ¡al contrario! Si a los seis meses aparecen los dientes (según cada niño/a) es porque el cuerpo se va preparando para alimentos más solidez. Asimismo, la boca desarrolla una musculatura más vertical, diferente a la del lactante. Permitirles hacer uso de sus propias estructuras corporales promueve su desarrollo.