¿Cuál es la mejor postura para dormir a un bebé con mocos?

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18/09/2024 | Actualizado: 18/09/2024 18/09/2024
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¿Cuál es la mejor postura para dormir a un bebé con mocos?
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Esas jornadas maratonianas en las que hacer frente durante horas a la congestión nasal y síntomas relacionados están al acecho. Lo sabemos: padres y madres siempre están en guardia. Lo cierto es que afrontar la noche con un bebé con mocos puede hacerse muy cuesta arriba. Tendrá dificultades para dormir, lo que también afectará al descanso de la familia.

Es frecuente que surjan preocupaciones y dudas: ¿cuándo deberías llevarlo al pediatra? ¿Cuál es la mejor postura para dormir a un bebé con mocos? ¿Qué más puedes hacer para ayudarlo? Damos un repaso a todas las claves para afrontar la congestión nasal.

¿La congestión nasal en bebés es peligrosa?

La congestión nasal es común y frecuente, sobre todo por resfriado. En la mayoría de los casos, no representa peligro, pero, en el caso de los bebés, requiere mucha vigilancia. Ten en cuenta que, hasta los seis meses aproximadamente, el bebé no respira por la boca, así que la congestión le resultará muy incómoda.

Con cuidados básicos, un bebé con mocos podrá dormir bien en poco tiempo, pero conviene observarlo bien y acudir al pediatra en caso de que aparezcan otros síntomas: quejas continuas por encima de lo habitual, fiebre alta, pitidos o crujidos durante la respiración, agitación, tos persistente durante muchos días y secreciones de un color diferente al blanco o al amarillo.

¿Cuál es la mejor postura para dormir a tu bebé con mocos?

Según Healthy Children, portal de la American Academy of Pediatrics (AAP), los bebés deben dormir siempre boca arriba en una superficie plana y firme. Además, el espacio debe estar libre de elementos textiles o juguetes sueltos, como almohadas, almohadillas, mantas o peluches. Es la postura más segura para evitar el síndrome de muerte súbita del lactante y, además, favorece la descongestión.

Es posible que leas que dormir al bebé incorporado ayuda frente a los mocos, pero fuentes expertas como Healthy Children no lo recomiendan. Por poco que parezca colocar una toalla o almohada bajo el colchón, para que esté ligeramente inclinado, no es seguro. Si la cabeza está elevada, es más probable que el cuello se doble hacia adelante o hacia algún lado, lo que causará una curva en las vías respiratorias que podría dificultar su respiración.

Posturas que debes evitar

Al sujetar en brazos al bebé recién nacido con mocos, o colocarlo sobre alguna superficie, podrías tener la sospecha de que ciertas posturas lo alivian. Sin embargo, conviene que las evites durante largos períodos sin vigilancia y cuando el bebé está dormido:

  • Boca abajo: esta postura aumenta el riesgo de que padezca el síndrome de muerte súbita del lactante, así que es mejor evitarla. Sobre todo, si el bebé tiene menos de un año.
  • De lado: además de que puede dificultar la respiración, es fácil que se dé la vuelta y termine boca abajo, lo que incrementa el riesgo de asfixia.
  • Inclinado: como mencionamos en el punto anterior, es más seguro que la superficie esté recta y firme para evitar que el cuello se doble, curvando las vías respiratorias y dificultando su respiración.

¿Cómo mejorar el sueño del bebé con mocos?

Un bebé con mocos que no duerme puede mantener a los padres en vilo toda la noche. Como decimos, se pasará pronto con cuidados básicos, así que paciencia. Para ayudarlo, puedes utilizar algunos elementos útiles.

Humidificación

La sequedad del ambiente empeora los síntomas de congestión. El humidificador ayuda a mantener el aire húmedo, lo que facilita la respiración. Algunos modelos resultan muy fáciles de limpiar, lo que es importante, ya que, si está sucio, pueden proliferar las bacterias y el moho.

Limpieza nasal

Como señala la Asociación Española de Pediatría (AEPED), el suero fisiológico es el pañuelo de los más pequeños, ya que aún no pueden sonarse la nariz.

Para hacer lavados nasales con suero, puedes seguir las siguientes recomendaciones:

  • Coloca al bebé tumbado boca abajo o boca arriba, como mejor se sujete, girando su cabecita ligeramente hacia un lado e intentando que no se eche hacia atrás.
  • Una vez sujeto, echa el suero fisiológico en el orificio nasal que quede más arriba. Con 1,5-2 ml será suficiente. Usa una jeringuilla (sin aguja) y actúa con decisión.
  • Sienta al bebé para ayudarle a expulsar secreciones.
  • Recoloca al pequeño hacia el otro lado para proceder con la otra fosa nasal, y repite los puntos anteriores.
  • Si la nariz está muy obstruida, puedes probar con un poco de suero, masajear la nariz para reblandecer y luego echar más.

Haz tantos lavados como creas conveniente durante el día, sobre todo, antes de dormir y de las tomas alimentarias.

Aspirador nasal

El aspirador nasal también es muy útil porque ayuda a extraer el moco desde fuera. Puedes usarlo antes de comer y de dormir para aliviar los síntomas de la congestión, aunque conviene no abusar. Como señala la AEPED, la presión de la succión puede generar sensaciones en el oído y resecar la mucosa, así que úsalo un par de veces al día, de forma suave y siguiendo las instrucciones del fabricante.

Hay modelos eléctricos muy fáciles de usar, usando solo un botón, y que aseguran un nivel de succión justo y seguro que será suficiente. También hay modelos manuales más económicos, con los que simplemente succionas con la boca utilizando la boquilla al final de la cánula.

Recuerda consultar al médico si tu bebé no mejora

Con cuidados básicos y perseverancia, en unos días pueden desaparecer los síntomas de la congestión nasal. Pero si persisten o aparecen otros, como la fiebre, es necesario que el bebé reciba atención médica para atajar la infección y eliminar cualquier riesgo.

Los intentos continuos para saber cómo dormir con mocos pueden resultar desesperantes y dejar a los papás agotados. ¡Ánimo y paciencia! Oirás muchas sugerencias, pero ten siempre en cuenta las recomendaciones médicas. Además, recuerda que puedes contar con Bambino para hacerte con artículos útiles que serán tus grandes aliados, como el humidificador o el aspirador nasal.